LOS ASURAS Y EL TIO PEP
EL PLANETA PARAISO Y EL PLANETA PURGATORIO El tio Pep tenía que llevar, en el carro pequeño, dos sacos de harina a la masía de la Querola; así que, después de cargar y de enganchar la mula a las varas del carruaje, se puso en camino hacia la ermita de san Antonio. Eran las nueve de la mañana del sábado, día 1 de mayo de 1880. Había salido un día de primavera un poco fresco, quizás por el aire que venía de tramontana, pero el cielo estaba completamente raso y el sol empezaba a calentar. Por todo esto, Pep transitaba sin prisas por la carretera de Valencia en dirección a Cocentaina y, como aún era pronto para comerse el bocadillo de longanizas que le había preparado su mujer, Quica, disfrutaba del viaje mirando todo cuanto tenía a su alrededor. Cuando llegó a la entrada del camino que llevaba a la Querola, dobló a la derecha y se adentró hacia arriba, por una larga cuesta que le enfrentaba, de lleno, a la majestuosa presencia del alto de Montcabrer. Ya se veía, al fondo i a la...